Marco Antonio Torres Bustamante era un corpulento militar del Ejército peruano, pero un día decidió dejar el uniforme verde. Luego se sometió a una operación de cambio de sexo y convertirse en el «Capitán Maricielo». Actualmente vende caramelos en una de las calles más peligrosas de Lima.

Torres Bustamante logró el rango de capitán, durante siete años estuvo en el ejército. En la década del 90, después de licenciarse en Derecho, se enroló a las filas de la carrera militar. No era su pasión, pero sí la de su padre que pertenecía a una familia de militares. El decidió cumplir el sueño de su progenitor. Sus 1,85 de estatura, con 40 años y musculatura tonificada que cubría su uniforme, no logró ocultar por mucho tiempo su lado femenino. Ya en el año 2000, al morir su padre, asumió su verdadera identidad sexual.

Marco, al repartir la herencia de su padre se dio de baja en el ejército. Se sometió a varias operaciones, incluida una vaginoplastia.