Hola a todos y tod@s, hace tiempo que no he contado ninguna experiencia y no por no haberlas tenido, más bien porque han sido vulgares y creo que no merecía la pena comentarlas. Pero el lunes pasado visitando una conocida casa de trans de Barcelona a la que suelo acudir, en medio del desfile habitual, de repente entra ella, (Joyce Vidal) vestida de calle, me refiero a que no se presento en bikini o medio desnuda como suele pasar a veces, de verdad parecía una chica espectacular pero totalmente normal, que te puedes cruzar por la calle con ella, no se si he sabido explicar bien la sensación que tuve, porque logicamente "normal" son y somos todos.

Bueno ya con la decisión totalmente tomada le indico a la encargada, (Sra. Juana, un encanto para quien no la conozca) que me envie a Joyce, casi sin esperar vuelve a entrar, llegado ese momento ya empiezo a vislumbrar que puede ser una gran tarde, me invita a tomar algo y mientras va a buscar la bebida me ducho, cuando termino ya esta esperándome con la toalla me la pasa y se ducha ella, mientras empiezo a secarme viendo por la cortina de la ducha a Joyce, como me cuesta mucho no entrar en la ducha, voy donde a dejado la bebida intentando apaciguar un poco el fuego que ya empezaba a tener en mi cuerpo sin casi haber empezado.

Cuando sale de la ducha, apenas se había secado, de pie al borde de la cama nos besamos ardientemente, la note muy entregada e implicada, eso me excito más aún de lo que ya estaba, caímos en la cama sin dejar de besarnos, al rato me ofrece su miembro viril para que lo engulla, cosa que hago sin pensar, me paso un buen rato relamiéndome con su falo, cambiamos y ahora es ella la que se relame con él mío, seguímos un rato revolcándonos acariciándonos chupándonos y besándonos como si fuesemos dos jovenes novios entregados él uno al otro. Cuando ya el sudor empezaba a empapar nuestros cuerpos, para y me pregunta si quiero que me penetre ella a mí o yo a ella y como soy un viciosillo le digo primero tú a mí y después yo a tí. Coge el perservativo se lo coloca y con un poco de crema me embadurna mi ano, me hace colocar a cuatro patas al borde de la cama y suavemente sin apenas dolor empieza a introducirme su polla, la mete hasta el final y después de una pequeña pausa para un acople ideal comienza a moverse primero despacio para luego ir acelerando su ritmo con un mete y saca genial, estaba en el cielo.

El placer que sentía no hacia más que aumentar por momentos, pasado un rato me cambía de posición y empieza a darme mirándome la cara con mis piernas por encima sus hombros, se agachaba y me besaba, de verdad no sabía si estaba con una chica o con un ángel, ya no tengo palabras para describir el momento, estaba casi en el zenit del placer, pasados los minutos, no se cuantos me dice si quiero follarla a ella, acción a la que me es imposible negarme, aunque mis fuerza ya daban signos de fatiga (no soy ningún atleta sexual), me pongo el preservativo y ahora soy yo el que le pido que se ponga a cuatro patas, y un culo precioso delante de mí, sin darme tregua, me pedía más guerra y sin dudarlo ni un ápice la penetro sin ninguna dificultad, al rato de un sinfin de movimientos mi cuerpo va pidiéndome el final y es primero ella la que después de sacarle mi arpón de su cuerpo, la que con una muy ligera meneadita derrama todo su liquido seminal en mi cara, seguidamente repetimos la operación siendo yo el que le regala todo mi semén en su cara. Después de lavarnos los dos y charlar un poco mientras me visto se despide con otro apasionado beso.


Resumiendo un poco deciros que encontre a Joyce una persona encantadora y que encuentros como el que tuve con ella son los que realmente le dan un chispazo de felicidad a la vida. Por último quiero pedir disculpas a los foreros que me respondieron a mi anterior relato y no pude contestar, un saludo a todos y tod@s y espero no haberos aburrido mucho.