Definición de destino: Sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar. La existencia del destino supone que nada ocurre por azar sino que todo tiene una causa ya predestinada.

Definición de Insuperable: Aquel suceso que es imposible o muy difícil de superar, que no se puede mejorar o hacer mejor, “mejor imposible”.

De aquí parte el título del presente encuentro, en el que se mezcla la magia del destino (ahora sé que existe) con el “mejor imposible” (que también puedo asegurar haberlo probado). Si bien es cierto el dicho que las cosas siempre pueden ir a peor, en esta ocasión sé que he tocado el cielo, y difícilmente viviré una situación más placentera que la que paso a relataros.

Título: Patricia Telles, la magia del destino, mejor imposible

Honorarios/Tarifas: Los habituales en las profesionales de primera categoría


1ª Parte: el reencuentro.

Hace solo unos pocos días, en una concurrida playa de Alicante, iba con unos amigos y compañeros de trabajo, entramos a tomar algo en un chiringuito playero muy conocido en la zona, como despedida antes de las soñadas vacaciones, cuando unas mesas más allá, atisbé una morena impresionantemente guapa y atractiva, miré sin prestar demasiada atención, pero la fuerza del destino hizo que me sentase en frente de ella, que esperó a que se cruzasen nuestras miradas, momento que aprovechó para quitarse sus gafas de sol y sonreír, no lo podría creer, ella era Patricia Telles.

Para aquellos que no conozcan mis anteriores relaciones con Patricia Telles, adjunto los links de los hechos que relaté en su momento, hace aproximadamente un año.

- Haciendo el amor con Patricia Télles.

- Patricia Telles. Reencuentro Sublime.

Podéis verla en taiaka, en la siguiente dirección:

http://www.taiakashemales.com/modelos/espana/patricia_telles.shtml


No, no era posible, después de más de un año en el que Patricia estuvo en Valencia y Torrevieja, la tenía otra vez delante mí, sin pensármelo dos veces, como hipnotizado, me levanté hacia ella, ella también se levantó y nos saludamos dándonos dos besos en las mejillas.

Durante unos instantes, recordé todas mis vivencias con Patricia, su simpatía, su cariño, su forma de reír, de cogerme la mano, de abrazarme, de besarme, de hacerme sentir importante, de sentirme bien, de sentirme suyo. Había pasado un año y la tenía otra vez delante de mí, sonriendo, con esa simpatía que desborda, con esa voz tan sensual y su idioma mix de español-brasileño.

Estaba guapa, muy guapa, bella, muy bella, majestuosa, bronceada. Al verme, quizás algo descolocado, nervioso o sorprendido, me cogió de la mamo, me miró, la miré y en ese instante tan emotivo, tan simple, entendí que a pesar del tiempo transcurrido, a pesar del tiempo sin hablar, a pesar del tiempo sin vernos, Patricia seguía en lo más hondo de mi corazón, “se volvió a encender la llama”

OK.