Narrar mi experiencia con Leticia Bysmarck no es cosa fácil si se quiere transmitir todo aquello que va más allá de las sensaciones placenteras del acto sexual. Estar con ella es maximizar todas nuestras capacidades de percepciones lúdicas.

Tengo que confesar que me costo decidir si tener un encuentro con Leticia. Todos los comentarios leídos hablaban de ella entre bien y extraordinario, pero los comentarios siempre los tomo como subjetivos. Aún así estaba muy atraído por ella, más, había un punto que me frenaba y eran sus fotos, en todas ellas espectacular, guapísima, sugerente pero con una seriedad “fría”, dominadora, casi me parecía marmórea, muy de diosa.

Pensaba yo que con esa mirada, con esa pose facial, no podía sino tener un trato acorde, pero encontré unas fotos que no eran de anuncio, ni de book; es decir no se las había hecho para uso profesional, sino de “andar por casa”, en momentos de ocio. Y hay ví otros matices en su rostro y en su mirada que me hicieron pensar que había algo de humana en ella, a comprobarlo.

Cuando decidí visitar a Leticia coincidió con el momento en que ella se fue a Valencia, a esperar tocaba. Y desde allí ella nos fue diciendo que la trataban muy bien y que se quedaba un poco más, a seguir esperando.

El día 16 era mi cumpleaños y llegó el regalo que no esperaba, aquí ví que Leticia anunciaba que estaba ya en Madrid. Así que el día siguiente quise ir a recoger el regalo.

La entrada a su apartamento es muy bonita. Con jardincito dentro del portal, ....

[....continua en zona exclusiva de foreros]