Por fin llegó el día. Hoy, a esta hora de la noche, puedo decir por fin que he estado con Flavia Leah. Después de muchos meses de mensajes en el foro pidiéndole (casi suplicándole) que viniese a La Coruña, hoy me he podido dar el tremendo gustazo de estar con ella. A continuación, paso a relatar mi experiencia (que esta vez si, será detalladamente como me gusta jeje)

La llamó por la tarde con el riesgo que conlleva al ser primero de mes y estar recien llegada. Pero eso no me detiene y la llamó. Al teléfono es supermaja y te da una sensación de buen rollo que hace que se te quiten todas las reticencias que te pudieran quedar. Acordamos la hora y la dirección y me dirijo para allá. El sitio tiene su aquel (es una calle sin salida) pero nunca te puedes fiar de un libro por su cubierta ¿no?. La vuelvo a llamar y me da la dirección completa, y me avisa de que no llame al telefonillo, que ya me abre ella cuando este en el portal. Me abre, subo las escaleras (tranquilos que es un primero) y me encuentro la puerta ya abierta. Al pasar te encuentras a una pedazo amazona de casi dos metros (os juro que casi es más alta que yo y eso que mido 1,92). Me aclara que es por los tacones pero aun así, al quitárselos, prácticamente somos de la misma altura. Ella no engaña, es tal como aparece en las fotos. Su simpatía se hace patente ya desde el primer momento en la habitación. Pactamos el tiempo (1 hora/100 euros) y empezamos a charlar mientras me voy quitando la ropa. Ella lleva puesto, a parte de los zapatos blancos, una faldita corta y una especie de ¿blusa? multicolor. Para el que todavía no lo sepa, no tiene pechos y no se quito el sujetador en todo el tiempo (algo que no me importo en absoluto) aunque me dejó lamer y chupar un poquito de esas tetitas mientras la masturbaba.

Debajo de la faldita llevaba puesto un tanga rojo que ocultaba la joya de la corona, su tremendo miembro. Que decir, señores, lo nunca visto. Ese color, esa forma perfecta, ese grosor (porque vaya tela). Nunca había visto nada como eso. Nos pusimos cómodos y empece a chupársela como pude. Ella me iba guiando amablemente sobre como debía cogérsela. Dios, que empacho de polla me dí ¡si es que no me cabía en la boca!.

Después de mi ración de polla hicimos un beso negro mutuo superbueno. Ella estaba recién depilada y muy limpita tras haberse duchado (es algo que cuida mucho como yo). Después le pedí que me la chupara a mi. El francés te lo hace con condón pero bastante bueno. Bueno, y todo esto, salpicado de besos con lengua y caricias mil. Es muy solicita, te intenta complacer en todo lo que le pidas.

Y por fin, vamos al lio, a la parte interesante jaja. Me puso a cuatro patas explicándome que era la mejor postura para que me acostumbrara a su pollon y no puse pega alguna. Empezó a dilatarme el ano con la mano, me puso lubricante y al tema. Empezó suave, metiéndome solo la puntita (me dijo que me dolería, pero no fue así). Yo lo advierto, pasivos primerizos, abstenerse de intentarlo, es capaz de romperos el culo. Un vez que me fui acostumbrado a tener el capullo dentro, me fue metiendo el resto poco a poco. Le dije que me daba mucho respeto el tamaño de su miembro y ella hizo todo lo posible para que yo me sintiera cómodo (un encanto de chica, no me cansaré de decirlo). Así estuvimos un buen rato, hasta que empezaron las embestidas fuertes y ... bufff tuve que pedir tiempo muerto para recuperarme. Nos magreamos y besamos un rato, sin dejar de hablar. Había muy buen rollito entre ella y yo (al menos esa fue mi impresión).

Como mi cuerpo ya estaba acostumbrado, seguí a cuatro patas para el 2º round. Este ya fue algo más corto que el primero porque mi culo dijo basta . Acto seguido, me tumbe boca arriba y dispuse a que me soltara toda su leche. Tengo que decirlo, la visión que tuve de esa pedazo polla meneándose a escasos centímetros de mi cara, lista para darme toda su carga, me puso a mil. No tardó mucho en correrse y cubrirme toda la cara de leche. Vaya corrida! y eso que me dijo que ya se había corrido hoy y que la primera aún es más abundante que esta.... buff jajaja. Acto seguido, me corrí yo mientras ella me comía los huevos.

Después del folleteo, una animada charla, risas y una promesa por mi parte de volver a visitarla antes de que se vaya de Coruña. Recuerda Flavia, soy un hombre de palabra jajaja.

En resumidas cuentas, una experiencia de 10. Habrá gente que le pueda echar para atrás su físico, pero los que sepan mirar más allá de eso (que conste que a mi me puso a 100) encontrarán a una chica simpática, sensible, que se desvive por agradar y algo loquita jaja (en el buen sentido)

Lo mejor: Su trato, su implicación, la higiene, su pollon
Lo peor: que no pueda repetir mañana mismo
¿Repetiria?: Ya mismo

Bueno, pues así ha sido mi tarde con Flavia. Como siempre digo; podrá haber mejores experiencias pero pocas tan detalladas como las mías.

Un saludo a todos

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OA.