De siempre me he sentido atraído por las vías que escapasen de lo tradicionalmente etiquetado, y, el mundo del tercer género aporta toda esa batería de emociones, sensaciones e incluso sentimientos que lo hacen tan diferente al resto. No son pocas las experiencias con trans, en un contexto u otro, sin embargo me interesa reseñar el encuentro vivido con Karem, actualmente en Fuengirola.

En verdad, hace dos años que se ha instalado allí aunque viaja a Alicante, Madrid de vez en cuando. Karem se anuncia como dominadora, potente. Lo es en toda regla, pero esta dotada de una especial femeinidad, cultura y buena educación. No hay absolutamente ningún engaño en su propaganda ni en sus fotos, pues es una mujerona más bella aún. Karem me recibió en un piso decorado a su estilo, es decir, con buen gusto. Me desnudó, me puso una película para directamente señalarme lo que iba a ocurrirme, me sentó en el borde la cama, y ya estaba empalmada, me agarró de la cabeza y me metió su miembro, de color azabache, grueso, apetitoso en la boca forzándome a chuparselo. Lo que hice con verdadero gusto, pero más que chuparlo era Karem la que me estaba follando la boca.

Luego cuando lo juzgó conveniente, me puso a cuatro patas, abriendo bien las piernas, el culo en alto y la cabeza baja y quiso penetrarme, lo hacía con suavidad, pero admito que prefiero ser activo y de hecho todavía no me han desvirgado. Karem fue la más cercana. Cambiaron las tornas, y ella aceptó. Es a todas luces una gran profesional con enorme psicología que capta bien tus fantasías. Ahora era ella quien chupaba y cómo chupaba. Tiene unos labios carnosos y sensuales. No hizo falta mucho, para tener su culo abierto, tiene un culo firme, precioso que me incitó a follar. Enloquecido la penetraba con fuerza y me incitaba a más y más.

Noté que ella se estaba masturbando a la vez, preparándome la última sorpresa, cuando me corrí, se puso encima mía y me regó el pecho de semen. Una experiencia de matrícula. Será una fija. Y aprovecho el relato para recomendarla vivamente.

He leído relatos que no se ajustaron a la realidad, al menos cuando decidí seguir las recomendaciones. Karem es una de las grandes.