Estuve con Carla Capriles a principios de este mes de noviembre aquí en Zaragoza, y como me pidió Badmotor, aquí está mi relato; no llega ni de lejos a los suyos, pero aquí está.

Me apetecía mucho estar de nuevo con Carla aprovechando que volvía a estar en mi ciudad así que la llamé y media horita después ya entraba por su puerta, en pleno centro, en el paseo de María Agustín. Después de hablar un poquito, ella no se acordaba de las otras dos veces anteriores que habíamos estado juntos, normal, había pasado bastante tiempo, acordamos que estaría una hora con ella y 100 euros sería el precio. Me preguntó si quería pasar a lavarme, cosa que accedí y me acompañó y fue ella la que me lavó completamente estando yo ya desnudito; genial sentir sus dedos lavándome mi miembro cada vez más duro y mi culito....
De vuelta a la habitación me preguntó si quería un masaje; por supuesto que le dije que sí y empezó a tocarme suavemente en la espalda, las piernas, el culo... de forma muy placentera (yo ya estaba en el 7º cielo) hasta que me levantó un poquito empezó a chuparme la polla, muy lentamente primero y a saco después a la vez que me acariciaba el ojete.

Después de darnos unos morreos de impresión me preguntó si quería follar yo o follarme ella y le dije que mejor ella (me sentía muy metido en el rol de pasivo ese día) cambiamos de postura, se sentó ella abajo y me dijo que me ensartara su polla, ya con el preservativo puesto y lubricada. Yo no había hecho eso nunca, pero allá que fui y entró bien enterita y sin problemas lo que disfruté mucho. Me han ido bien los consoladores que me compré este verano para disfrutar de mi ojete.... ahora tengo un culito tragón que no veas....

Después de estar un rato así, me dijo que cambiábamos de postura y estando yo abajo y ella delante con el siempre conveniente cojín debajo de mi me folló un buen rato hasta que masturbándome yo me corrí abundantemente quedándome más feliz que yo que se....

Me ofreció ir a lavarme cosa que agradecí y luego de vuelta a su habitación estuvimos charlando de esto y aquello, de mi vida, de la suya, hasta que se me hizo hora de irme. Nos despedimos deseándonos lo mejor, agradeciendo ella que fuera a verla y yo por el tan buen trato recibido, nos dimos un beso y ya está. Al salir, me di cuenta que había estado casi hora y media de buen sexo y mejor compañía.

Siempre digo que Carla Capriles es muy recomendable y vuelvo a decirlo. Espero que no tarde mucho en volver a Zaragoza y volvamos a estar un ratico juntos.