Hola Sirena y contertulios foreros,
La información obtenida es básicamente correcta. Como dice el artículo citado por Sirena, mi alimento predilecto es la esencia vital de algunos humanos, desafortunadamente poco comunes: las “trans”. No obstante, debo deshacer algunos mitos infundados, aclarar puntos oscuros (y también hacerme unas mechas y depilarme):
Que el fluido sea sangre es una falacia debida a malas interpretaciones, es algo más blanco, untuoso y de aspecto lechoso, y su extracción, bien que extremadamente festiva suele ser más trabajosa que simplemente hincar unos dientes en la yugular. De hecho, ensartar los dientes (excepto en casos muy contados) suele ser contraproducente y puede echar a perder una sesión completa y la yugular está demasiado alejado del lugar de producción; se necesitaría un auténtico “geiser” para obtener “destilado vital” a tal distancia. Solo en algunas películas de origen foráneo se puede ver algo así, pero, ya se sabe, los efectos especiales pueden hacer milagros.
Sobre el porte aristocrático atribuido a nuestra especie como estereotipo, es posible que así sea, pero es únicamente fruto de la edad y la experiencia. Todos los varones, en algún momento de nuestro devenir vital, podemos llegar a tener un “porte aristocrático”. Sin embargo, aplicar el adjetivo “fascinante” es, a todas luces, arbitrario, inmerecido y una generalización carente de fundamento.
Los objetos defensivos típicos que se citan en el artículo son ciertamente impactantes y empleados con contundencia rechazan a cualquier vampiro, no-muerto, muerto, vivo ó medio-vivo, sin distinción alguna de sexo, raza, religión ó estado vital. El proceso de extracción antes aludido suele ser tan delicado y delicioso tanto para la “víctima” como para el ejecutor, que el uso de estos objetos está desaconsejado desde tiempos inmemoriales. El buen sentido y la profesión médica nos dicen que el uso de un preservativo adecuado suele ser más que suficiente como defensa.
Otra falsedad es que podemos perder nuestra vida con los rayos del sol. Nuestra afición por las playas desiertas a primera hora de la mañana o poco antes del atardecer, acompañados por alguna “trans” merecedora de nuestras atenciones, así lo demuestra. ¿Qué hay más delicioso que una tarde de verano cuando el calor y la luz del sol son más dulces “vampirizar” y ser “vampirizado” por una preciosa amiguita junto al rompiente de las olas? ¡El sol nos destruye, paparruchas, el sol nos fortalece, nos vigoriza y nos da un tono bronceado que luce radiante y seductor sobre nuestras camisas almidonadas y nuestros “frac” de opereta!
Finalmente, la invisibilidad en los espejos tan solo se produce:
- Tras un consumo abusivo de alcohol o cualquier otra sustancia alteradora de las facultades visuales del interesado o interesada.
- Al situarse entre nosotros y el espejo un objeto sólido de dimensiones superiores a la nuestra.
Para finalizar, puedo jurar sobre la calavera de los Reyes Católicos, que nunca me he transformado en murciélago, pero si he de creer a otros automovilistas, particularmente taxistas, sí que he conseguido la forma o apariencia de otros animales: cerdo, rata, cabrón, etc.
Con respecto al ofrecimiento de una “segunda estaca”, creo que es un añadido innecesario. Solo con tu estaca debería ser más que suficiente.
Vlad
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