partida: delhi
destino: varanasi
sentía que nada valia nada, demasiado joven quizá
jodido desengaño, prematuro, frio, cruel.....seductor
fui a india en busca de nada, la nada se había hecho conmigo
formaba parte de mi, y no podia hacer nada,
tampoco quería hacer nada,
llevaba un par de meses dando vueltas, sin destino aparente
el gris de una estación en ruinas, mezclado con la alegría
de la gente, gente que tiene menos que nada,
contradicción permanente
permanente contraste
mi aspecto no era bueno,
descuidado, tomado por el opio, desaliñado, barba, pelos,
pocos kilos, dhoti......al no ser blanco, pasaba desapercibido,
aún viniendo de otro planeta
había decidido dejarme
esperaba mi tren recostado en la pared exterior de la estación
consumido
con mis pocas pertenencias atadas a la cintura,
sucede que cuando consumes, las horas se hacen minutos
y los minutos horas...... depende
algo llamó mi atención......
el aviso de la salida de mi tren
me distrajo
deslumbrante cabellera azabache....negra, muy negra
comprendes que, hay algo aún más negro que el mismo negro
mi billete, me daba derecho a litera sin aire acondicionado,
literas de tres camas.... mucha gente, mucha gente, mucha...
calor, mucho calor.......el aire que entraba por las ventanas
era aún mas denso que el que se respiraba, en el interior,
imposible dormir nada, imposible doblarte sin romperte, imposible
encontrarte, aún rebuscando....
pasada medianoche, el techo del tren se convirtió en la mejor opción
respiras, quemas, lias, lo enciendes.....
luna, aire, respiras.....
puedo cerrar los ojos y sentir que estoy allí tumbado, en el techo
de aquel maldito, destartalado y viejo tren, acercándome a
aquella enorme y anaranjada luna, rodeado de gente....
gente de verdad,
gente
a pocos
metros
azabache
negro
azabache
delgada silueta
marcados pómulos
sola
ausente
me acerqué
terminé de comprender
y comprendí
que nada es lo que parece....
que todo lo que parece, es nada
cuando escuchas una voz
y
miras a unos ojos
su inglés no era malo
no mejor que el mio
podriamos haber hablado
idiomas opuestos de lugares recónditos
y
nos habriamos entendido igual
piel cobriza
tacto sucio y suave
mirada limpia, altiva, tenue
hilo de voz
hablamos,
algunas cosas no las entendí
no quería
no podía
quitar mis ojos de los suyos
hipnotizado asistí
al placer de observar
mis ojos recorrieron aquella noche
el trayecto que iba de su cuello
a su ojos mas de mil veces
aquella marca en la barbilla
aquel ademán con el pelo
su pelo, negro azabache
subia la ceja cuando me escuchaba,
sonreia cuando le pasaba unas caladas
sus labios
sus labios
l
a
b
i
o
s
algo hizo que no quisieramos
separarnos aquella noche, tan sólo
la compañía, quizá algo mas, quien sabe
el silencio a su lado
la noche a su lado
la luna a su lado
amanecer allí subidos
juntos
solos
rodeados
tiempo más tarde, fascinado
encajé todas las piezas,
sabía que me había regalado algo
pero, no entendía muy bien el qué
aquella última mirada
jamás nadie me dijo tanto sin decir
una sola palabra...
la fuerza con la que nos agarramos
leve, moderada, suave,
nuestro pelo mezclándose
nuestros labios rozándose
acariciándose
mi mano dibujando su cara
sus dedos jugando con mi nuca
eso era
habiamos caminado juntos, ella y yo,
por la delgada linea de su promesa
de su renuncia
precioso,
delicado,
peligroso,
regalo
Vrishti
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